Un miembro del secretariado nacional de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Francesc Abad, renuncia al cargo después de haber tachado de «chusma» a la gente de la CUP. Los califica así porque los cupaires ponen en duda la validez del acuerdo con Junts pel Sí. Jordi Sánchez, presidente de la ANC, explica que la renuncia de Abad se debe a que la ANC trabaja por la unidad del soberanismo y rehuye insultos y descalificaciones. «Chusma» es el «conjunto de gente baja, vil». Vil es un individuo «despreciable por sus bajos sentimientos o comportamientos». En cambio es de una refinada sensibilidad democrática y no es vil, según la CUP, que su diputado Benet Salellas sentencie: «Hemos enviado Mas a la papelera de la historia». Una papelera es una «canasta donde uno tira los papeles inútiles». Según Salellas, pues, Mas es un inútil. No importa que Artur Mas sea el único presidente de Gobierno en todo el mundo que esté imputado por ser demócrata y por ejercer como tal. Mas es un papel inútil. El insulto cupaire es como el utilizado por gente como Rajoy, Fernández Díaz, Margallo, Rivera, Sociedad Civil Catalana. La caverna españolista, de allá y de aquí, está muy contenta con la actuación y los gestos cupaires. Francesc Abad, de la ANC, dimite. Benet Salellas, de la CUP, no dimite. No todo el mundo tiene la misma sensibilidad y exigencia democrática.