Joaquim Ferrer (1937) es otro cristiano comprometido radicalmente con el país que muere entreviendo la soberanía de Catalunya en el horizonte.
1. Reciente es la muerte de Josep Maria Ballarín (1920), un hombre que ofrece la aportación de un cristianismo de rostro humano. El sacerdote y escritor cerró la lista de la coalición independentista Junts pel Sí en la circunscripción de Lleida en las elecciones catalanas de 2015. También es reciente la muerte del escritor y periodista Josep Maria Puigjaner (1937) que deja testimonio de su fe, esperanza y amor a Dios, al mundo y a la Catalunya libre, solidaria y soberana.
2. La fe cristiana de Ballarin, Puigjaner y Ferrer constituye un factor que sería injusto ocultar porque, en estos casos y en tantos otros, explica su compromiso político, cívico, social, cultural y el sentido de su condición humana. Una fe en sintonía con el aggiornamento del Concilio Vaticano II y con la promoción y defensa de los derechos de las personas y de los pueblos contenidas en la encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII. «Repartíamos la Pacem in Terris igual que lo hicimos con papeles clandestinos contra la dictadura franquista y contra el nacionalcatolicismo», según palabras de un siempre esperanzado Joaquim Ferrer.
3. Ahora, tras la muerte de sus amigos Ballarin y Puigjaner, Joaquim Ferrer ha sido víctima de una inesperada y grave enfermedad de rápido desenlace. El primer síntoma alarmante se produjo en una de las comidas semanales de Cruïlla en el Ateneu. Cada debate concluía con su intervención didáctica e inteligente haciendo una síntesis de la temática tratada por un ponente y por los comensales.
4. Joaquim Ferrer se va con la conciencia bien tranquila. Ha vivido plenamente. Hace sólo cuatro meses que se publicaba la segunda edición de una de sus obras más soñadas y estimadas, escritas con Francisco Teruel, «Joan Carrera. Un obispo del pueblo «. Joaquim Ferrer se identifica con la vida y las actuaciones del buen obispo Joan. Lo califica de cristiano de verdad y de patriota en todos los campos. Le recuerda como figura entrañable, muy presente en el corazón de muchas personas de la sociedad catalana por su ejemplar servicio cívico y religioso. Lo que Joaquim Ferrer dice del obispo Joan Carrera se puede decir también del propio Joaquín Ferrer.
5. Estos cristianos y soberanistas –Ballarin, Puigjaner, Ferrer– han amado, colaborado y elogiado el compromiso, el talante y la trayectoria de una mujer, en este caso agnóstica, como Muriel Casals. Ella, cuatro días antes de su accidente mortal, escribió este tuit: «Sed felices».