Puigjaner deja al morir testimonio de amor a Dios, el mundo y Catalunya

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El escritor y periodista Josep Maria Puigjaner (1937/2016) deja el testimonio de su fe, esperanza y amor en Dios, el mundo y la Catalunya libre, solidaria y soberana.

1. Puigjaner es un hombre bueno, sabio, firme. Al morir este 20 de abril, inicia el camino de la trascendencia cristiana, jesuítica y teilhardiana que culminó en vida. Su esquela así lo dice y sus compañeros de «El Pregó» así lo confirman.

2. El humanista y cristiano Puigjaner debe mucho a la aportación evolucionista del jesuita, teólogo, geólogo y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin (1881/1955). Teilhard fue perseguido por el fundamentalismo religioso y silenciado por el fundamentalismo científico. Puigjaner fue perseguido por el franquismo y denunciado por el oscurantismo nacionalcatólico. Pero Puigjaner comparte el planteamiento teihardiàno de reconciliar fe, ciencia, Dios, mundo, humanidad. Reconciliación amorosa. «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para que el mundo fuera condenado, sino para salvarlo por medio de él «(Juan 3, 16-17)

3. La aportación de Puigjaner consiste sobre todo en ser el traductor de las obras de Teilhard. Y es el autor de «Teilhard de Chardin, l’apassionat combat d’un evolucionista total», obra dramática para ser leída personalmente, o recitada en público, o representada en un escenario. David Jou dice que esta obra es sugerente, original y que surge de una profunda experiencia vital e intelectual como conocedor de la vida y la obra de Teilhard. Puigjaner pone en boca de Teilhard: «Cuando empecé a preguntarme por la consistencia del universo, me di cuenta de que materia y espíritu son dos elementos que hacen una misma ruta, que son dos direcciones paralelas de la evolución en el interior del mundo. Mi concepción evolutiva se enmarca en el contexto de un cristianismo también en evolución. El cristianismo es la religión de la evolución».

4. Puigjaner lo escribe de manera similar en  «Cristians en un mon en evolució» que es su penúltimo artículo publicado en «El Pregó». Concluye: «Sin menospreciar ninguna de las religiones implantadas en el mundo con millones de seguidores, y a pesar de la cierta crisis de la Iglesia católica en países europeos como el nuestro, pienso que el cristianismo posee unas características tan singulares que lo convierten en la religión de la evolución; la religión capaz de justificar, de asimilar y de animar interiormente el fenómeno evolutivo de la tierra. Sólo hace falta que termine de asumir esta misión y se ponga a trabajar con toda la intensidad que pide la inmensidad de la tarea».

5. Y en este cosmos infinito o medio divino que va desde el inicial big bang al punto Omega se sitúan tantos y tantos pueblos en todos los rincones del planeta Tierra. Todos estos pueblos comparten y a su ritmo procesos de humanización, de personalización, de hermandad, de liberación. Uno de estos pueblos es Catalunya. Josep Maria Puigjaner ha escrito mucho sobre Catalunya. Uno de sus últimos libros es «Proses per la llibertat de la nació. Dietari del camí a Ítaca»  con prólogo de la añorada Muriel Casals. El creyente y apreciado Puigjaner y la agnóstica y apreciada Casals se reencuentran ahora. En Ítaca. En el punto Omega que ya está entre nosotros.

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