Los obispos Omella y Blázquez contra aspiraciones legítimas de Catalunya

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Dos obispos españoles considerados «moderados», como Juan José Omella (arzobispo de Barcelona) y el cardenal Ricardo Blázquez (presidente de la Conferencia Episcopal Española), coinciden en declaraciones contra aspiraciones legítimas de Calalunya.

1. El arzobispo Omella contesta un categórico «no» a la pregunta de si cree necesaria tener una Conferencia Episcopal Catalana que es una reivindicación histórica de la Iglesia en Catalunya. En una excelente entrevista de Mireia Rourera en «El Punt Avui» queda claro que Omella se auto excluye del consenso eclesial catalán que desde hace muchos años trabaja para tener una Conferencia Episcopal Catalana. Omella, además, utiliza un motivo político. Argumenta que la Iglesia catalana no necesita una Conferencia Episcopal propia porque España ya tiene su Conferencia Episcopal, y Catalunya es España.

2. También el cardenal Blázquez dedica parte de su intervención en la inauguración del pleno de la Conferencia Episcopal Española para ir contra aspiraciones legítimas de Catalunya. El cardenal hace en pare un discurso político contra el planteamiento soberanista catalán por las vías democrática y pacífica que es mayoritario en el Parlamento. El presidente del episcopado español dice: «Desde el espíritu de lealtad constitucional y de cristiana colaboración al bien común en un Estado de Derecho, como es el nuestro, nos preocupa mucho la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España».

3. Los obispos españoles, como Omella y Blázquez, consideran que España es una nación, y que Catalunya no lo es. Defienden la «unidad» de España y no aceptan la soberanía de Catalunya. No reconocen que sus consideraciones son de carácter político, y que no derivan del mensaje evangélico. Deberían ser coherentes con la teoría y la práctica de la Doctrina Social de la Iglesia Católica que defiende y propugna los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos. Deberían aceptar que hay muchos cristianos y católicos que optan por el soberanismo catalán. Deberían saber que el soberanismo catalán no va contra nadie ni contra España. El soberanismo considera que la relación entre una España soberana y una Catalunya soberana será mejor, más libre y más solidaria para ambas partes.

4. La periodista Mireia Rourera recuerda: «El episcopado español defiende la unidad de España. El catalán defiende que toda opción política, incluida la soberanista, es legítima si se propugna de manera pacífica y democrática». Es decir, el cristiano y obispo católico Omella tiene dos opciones. O la del episcopado español, o la que defiende el episcopado catalán desde muchas décadas antes de que fuera nombrado arzobispo de Barcelona. El cristiano y cardenal Blázquez también tiene la opción para decantarse por el planeamiento  catalán. ¿Por qué no?

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