La escritora Laura Freixas escribe «¿Blasfemia?», artículo sobre el bullicio armado con «Marenostra», poema de Dolors Miquel. Hace trampas.
1. Laura Freixas ofrece su versión particular del episodio evangélico que trata sobre Dios, María, Jesús, paternidad, filiación, maternidad. Hace una lectura fundamentalista de los textos bíblicos. Lectura reaccionaría y superada por la exégesis moderna. Concluye: «¡Qué modelo de madre que nos ofrece el cristianismo! Yo prefiero el de Dolors Miquel». Una versión diferente es, por ejemplo, la desmitologizada del pastor protestante Gerd Theissen que es uno de los mejores biblistas contemporáneos. Afirma: «La encarnación de Dios tiene por objetivo nuestra humanización (…) La encarnación es una imagen. Dios quiere vivir en el hombre (…) El hombre tiene un valor infinito cuando Dios está dispuesto a hacer en él estancia».
2. La escritora española hace trampa también cuando dibuja a María como una mujer sin personalidad y asexuada. Freixas oculta que en el mismo episodio está la María del Magnificat que es mucho más radical que la «Mare nostra» de Dolors Miquel. María dice de Dios: «Las obras de su brazo son potentes: dispersa a los soberbios de corazón, derriba a los poderosos de sus tronos y ensalza a los humildes, llena de bienes a los pobres, y deja a los ricos sin nad «.
3. Queda claro que Freixas no sabe que hay cristianos y agnósticos que consideran que el «Padrenuestro» de Jesús de Nazaret es compatible con el «Mare nostra» de Dolors Miquel. Hay, sin embargo, una gran diferencia. El Jesús que se expresa y ora con el «Padrenuestro» es condenado a muerte tras ser acusado por las autoridades políticas y religiosas de subvertir el orden establecido. No es el c as de Dolors Miquel.
4. De su lectura fundamentalista se deduce que Laura Freixas ignora que la Biblia no es un tratado ginecológico, ni biológico ni sexológico, ni cosmológico. La Biblia es un conjunto de libros con gran diversidad de formas literarias que precisan interpretaciones adecuadas e inteligentes. La Biblia habla de Dios y de su silencio desde la condición humana a lo largo de la historia. Jesús se sitúa en este contexto.
5. Todos cuantos quieran pueden penetrar en el mensaje bíblico. Un ejemplo reciente es el de Gabriel Magalhaes, ensayista portugués y amante de Catalunya, que publica «Mirall de vida. Una lectura quoidiana de l’Evangeli». Escribe: «Cuando tenía 24 años decidí leer el Nuevo Testamento, y mi vida se transformó por completo». Otro ejemplo es el de la Biblia en traducción catalana interconfesional con excelentes y didácticos prólogos de los biblistas Armand Puig Tàrrech y Agustí Borrell. En un tercer prólogo el poeta y ensayista Rafael Argullol, agnóstico, escribe: «Para los creyentes, como es obvio, la Biblia es un libro imprescindible. Pero también es un libro imprescindible para los no creyentes que quieren comprender el mundo y descubrir la belleza, a menudo turbulenta, de la vida (…) Tenemos que volver a la lectura de la Biblia por muchas razones (…) Sobre todo, para buscar comprender algo de lo que somos en medio del océano de preguntas que es la existencia».
6. La intención de los Evangelios de la infancia de Jesús, en definitiva, es eminentemente teológica. El encuentro entre el Dios de Jesús y la persona, hombre o mujer, se realiza en la fe. Una fe libre y razonable, liberadora y solidaria. La fe no es fruto de la sangre, ni de herencias, ni de descendencias, ni impuesta por ningún poder, ni consecuencia de ningún encuentro entre espermatozoides y óvulos. Los cristianos respetan a María por su fe, no por si es o no virgen o por cómo se entiende esta virginidad.