Obispo Juan José Omella, hay gente que piensa que usted tiene el deber cívico y eclesial de facilitar un encuentro entre el Vaticano y Catalunya.

1. Usted es ciudadano de Catalunya y arzobispo de la archidiócesis de Barcelona. Nada humano y social le es ajeno como cristiano. Como ciudadano y arzobispo felicitó a Carles Puigdemont como president de la Generalitat, le ha deseado lo mejor y, dice, que rezará por él y para que se avance a favor de los derechos humanos y el respeto a los más pobres. No todos han tenido la misma buena educación.

2. La evangelización incluye la promoción o defensa de los derechos de las personas y de los pueblos. Así consta en la Doctrina Social de la Iglesia. Todo indica, obispo JJ, que, en esta línea, usted comparte el criterio del episcopado catalán en asuntos políticos. Este criterio consiste en defender que todas las opciones políticas son legítimas si se propugnan de manera pacífica. Una de estas opciones es la soberanista, mayoritaria hoy en el Parlamento.

3. Ocurre a su vez que una revista católica española, «Vida nueva» recoge unas declaraciones del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, sobre Catalunya y su proceso soberanista. El cardenal dice que se trata de «un asunto interno español que debe resolverse en el marco de la legalidad constitucional, desde la responsabilidad, la búsqueda del bien común, buscando puntos de encuentro para facilitar y realizar un diálogo sereno y auténtico».

4. Ojalá, arzobispo Omella, asuma las palabras de Parolin. El cardenal apela al diálogo. Todo diálogo tiene dos partes. Una parte es el Estado español con todo su poderoso aparato. La otra parte es el Govern catalán que tiene la fuerza que le da su mayoría parlamentaria. Usted, como ciudadano y pastor, debería propiciar que el Govern de la Generalitat pueda explicarse directamente al Vaticano ya que el Vaticano está interesado por el proceso soberanista.

5. El Govern catalán dispone de un conseller  de Asuntos Exteriores que es una persona tan documentada, experimentada, sensata y dialogante como Raül Romeva. Y usted, obispo JJ, es amigo personal del Papa Francisco. Sería bueno y es muy conveniente que el Papa conozca de primera mano y sin intermediarios la realidad social, política, religiosa y eclesial de Catalunya en este año 2016 de la misericordia. Confiando en que haga caso de la sugerencia de este cristiano soberanista y pecador …