El episcopado católico español es más español y menos católico

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1. El episcopado de la Iglesia católica en España continúa su deriva de ser más español y menos católico. Está más preocupado por la política española, incluso partidista, que por la transmisión del Evangelio de Jesús. Se mantiene la línea del cardenal Antonio María Rouco cuando presidía la Conferencia Episcopal Española. Esta postura política es ratificada por el actual presidente, el cardenal Ricardo Blázquez, en su discurso en el plenario de la CEE.

2. Blázquez discrepa implícitamente de la victoria soberanista en las elecciones catalanas. Está preocupado por «la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretender romper la unidad de España». Opina que «poner en cuestión, de manera unilateral, esa situación constitucional introduce inseguridad, inquietud, incertidumbre, riesgo de caos, división de la sociedad». Todo indica que Blázquez ha hablado con gobernantes españoles pero no con gobernantes catalanes.

3. Un gobernante catalán, cristiano o no, diría a Blázquez que la democracia y las urnas nunca producen caos ni dividen a una sociedad. Le diría que un cristiano, aunque sea obispo, no puede sacralizar una Constitución ni ninguna opción política. Sería idolatría. Le diría que un católico, también un obispo, deben inspirarse en la Doctrina Social de la Iglesia. Así lo hacen, al menos hasta ahora, los obispos catalanes. Le diría que el episcopado catalán, aplicando esta Doctrina Social, apela a respetar los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos o naciones. Y Catalunya es una nación. Y sostiene que toda opción política es legítima si se propugna pacíficamente. El soberanismo es una de estas opciones legítimas.

4. Ricardo Blázquez y los obispos españoles deben saber que el soberanismo catalán es democrático y pacífico. No va contra nadie. No va contra España. No va contra la Iglesia. No va contra las religiones. El soberanismo tiene la convicción de que la relación entre una Catalunya soberana y una España soberana será más libre y más solidaria. Los obispos de Cataluña, incluido el nuevo Juan José Omella, tendrán que expresar su disconformidad con estas ideas del discurso de Blázquez. Y han de explicar todos estos planteamientos de la Doctrina Social de la Iglesia y del episcopado catalán a los obispos de España.

5. Un católico español debe ser buen católico, buen cristiano, buen español. Y no obligar a nadie a ser católico, ni cristiano ni español. Un católico catalán debe ser buen católico, buen cristiano, buen catalán. Y no obligar a nadie a ser católico, ni cristiano, ni catalán. 

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