1. Indignación en el clero de Barcelona por un artículo sobre Omella publicado en «La Vanguardia». El diario de los Godó se hace portavoz de sectores integristas como «Germinans» con la publicación a toda página de un artículo de Jaume González-Agàpito sobre el nombramiento del obispo Juan José Omella. Y eso que el integrismo es una «excepción marginal», ¿o no Enric Juliana?
2. González-Agàpito, que firma con un pedante «monseñor» y que es rector de la parroquia de Santa María Reina en Pedralbes, es considerado un personaje intrigante en medios eclesiales y uno de los inspiradores de «Germinans» aunque él lo niega. Este grupo integrista, sin embargo, elogia sistemáticamente al «monseñor» y ahora publica su artículo polémico, «El Papa Francisco vence en Barcelona», que califica de «escrito muy interesante». Este escrito también recibe el apoyo de otros sectores reaccionarios y ultracatólicos como «Dolça Catalunya» y «Forum Libertas» que publica dos artículos de un periodista del Opus Dei sobre este nombramiento episcopal.
3. El «monseñor» de Pedralbes intrigante apunta que un candidato a suceder al arzobispo Lluís Martínez Sistach era su obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, del que dice que es «un gran amigo del cardenal Antonio María Rouco» en un intento de desprestigiar el buen obispo Sebastià ya que Rouco y Antonio Cañizares son dos cardenales muy mal vistos en la Iglesia en Catalunya. González-Agàpito hace juego sucio porque Taltavull no tiene sintonía con Rouco, al margen de la caridad cristiana indispensable en todo buen cristiano.
4. El «monseñor» de Pedralbes escribe que «varias instancias eclesiásticas catalanas y algunos políticos catalanes hicieron todo lo que se puede imaginar para que el arzobispo de Barcelona fuera un catalán». «Monseñor» se olvida de explicar explícitamente las intensas y largas gestiones realizadas por el Gobierno español para que un obispo o un sacerdote catalán no fuera obispo en Barcelona. No dice que ser catalán es un handicap para ser obispo en una diócesis catalana.
5. «Monseñor» de Pedralbes tampoco dice que quien sintoniza en cuestiones importantes con los españolistas Rouco y Cañizares es Omella. Los tres defienden que la unidad de España es un bien moral a mantener, en contra del episcopado catalán que afirma que Catalunya es una nación y que el soberanismo es una opción legítima si se propugna de manera pacífica.
6. Otra afirmación del «monseñor» de Pedralbes es que muchos eclesiásticos aún no se han desprendido de la endémico «carrerismo clerical». Precisamente una de las claves del artículo de González-Agàpito en «La Vanguardia» es la de que está escrito pensando que sea leído por las autoridades vaticanas, la nunciatura y Omella con el objetivo de que «monseñor» prosiga su » carrerismo clerical «. Por eso en este artículo, «monseñor» Jaume González-Agàpito habla de su carrera y sobre todo de sí mismo.