Los cristianos tienen muchas razones para votar a favor de la soberanía o independencia de Cataluña.
VOTO LEGÍTIMO. «No corresponde a la Iglesia proponer una opción concreta, pero defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos». Lo afirma el episcopado catalán. El independentismo es una de estas opciones legítimas.
VOTO DOCUMENTADO. La Doctrina Social de la Iglesia, los documentos pontificios, las declaraciones del episcopado catalán a lo largo de los años constituye una sólida documentación que avala que una nación tiene derecho a la autodeterminación y a la soberanía. Esta documentación es aplicable a Catalunya porque Catalunya es una nación.
VOTO DESEABLE. La campaña electoral en Catalunya ha coincidido con la visita del Papa Francisco a Cuba. El Papa defiende el deseo y el derechos de los pueblos a la independencia. Lo ha hecho en su visita a Cuba. Lo hizo en sus viajes recientes a Ecuador, Bolivia y Paraguay. Todos estos pueblos, al igual que su Argentina natal, son naciones independizadas de España. «La paz se fundamenta no sólo en el respeto de los derechos del hombre sino en los derechos de los pueblos, particularmente el derecho a la independencia». Esta es una de los muchas afirmaciones de Francisco sobre este materia.
VOTO SOBERANO. El soberanismo deja claro que no rompe nada. No va contra nadie, no va contra España. Catalunya tendrá con España, Europa y todos los pueblos del mundo una relación mejor que ahora, más libre y más solidaria si Catalunya es soberana, tan soberana como lo son España y las naciones soberanos del siglo XXI.
VOTO IGUALITARIO. La igualdad que tanto pregona el unionismo o soberanismo español sólo se puede lograr plenamente con la soberanía de Catalunya. La España soberana y la Catalunya soberana tendrán entonces una relación de igualdad, de tu a tu, sin subordinación entre una España nacional y una Catalunya regional.
VOTO AVALADO. El Vaticano ha resistido las presiones del Gobierno español y de ultras nacional católicos eclesiásticos, como el cardenal Antonio Cañizares, que querían que la Santa Sede hiciera algún gesto contra el soberanismo catalán. Estas gestiones han fracasado. El Vaticano avala la postura de los obispos catalanes: «Defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos». El independentismo es una de esas opciones.
VOTO RESPONSABLE. El voto soberanista se responsable, cordial y razonable a la vez. Planta cara a la ofensiva irracional de mentiras y de miedo perpetrada desde la Moncloa, con la complicidad de los partidos unionistas.
(Artículo publicado en www.tribunacatalana.cat)