1. Sor Genoveva Masip (1923-2015), una mujer entregada toda su vida y sin prejuicios a los más marginados, rompe los estereotipos del ministro Jorge Fenández Díaz y del cronista Arturo San Agustín.
2. El funeral por sor Genoveva se ha celebrado en la basílica de Santa María del Mar llena de gente. El cronista de «La Vanguardia» menciona algunos asistentes como Fernández Díaz. De él escribe que dicen que era amigo de la monja fallecida. Lo que no dice es que en situaciones represivas como las vividas en Melilla, sor Genoveva estaba y estaría hoy con los inmigrantes y no con el ministro responsable de las fuerzas policiales.
3. Sor Genoveva rompe otro estereotipo de Fernández Díaz que pregona que el proceso soberanista catalán, democrático y pacífico, rompe la convivencia en Catalunya. El funeral por sor Genoveva demuestra que esto es mentira. Fernández Díaz, Neus Munté (vicepresidenta, consellera de Benestar Social i Familia y portavoz del Govern catalán) y la alcaldesa Ada Colau, que representan posiciones políticas tan diferentes, se sentaron en el mismo banco sin morderse.
4. San Agustín es un buen cronista que tiene, como todos, unos prejuicios que distorsionan sus crónicas. Forma parte de los que se consideran cosmopolitas apátridas que suelen ser soberanistas españoles que menosprecian el soberanismo catalán. Así San Agustín no cita o no quiere citar en su crónica que la vicepresidenta Munté estaba entre los reunidos en Santa María del Mar. Munté, soberanista catalana, estaba en el mismo banco que Fernández Diaz, soberanista español, y Colau, que acepta el derecho a decidir.
5. San Agustín termina así su crónica: «Creo que si el Papa Francisco viviera en Barcelona habría estado presente en el funeral por Genoveva Masip. Por eso no entiendo la ausencia en el acto del cardenal Lluís Martínez Sistach«. Bien, si el Papa hubiera ido al funeral habría saludado a la vicepresidenta Neus Munté que el cronista ignora. Y si Martínez Sistach no asistió al funeral se debe a que el cardenal estaba entonces en Burdeos en unas jornadas de convivencia que realiza cada año con los sacerdotes de la archidiócesis ordenados en los últimos seis años. Tampoco estaba mosén Salvador Pié, rector de Santa María del Mar. Salvador Pié se encontraba en Latinoamérica donde el Papa había estado pocos días antes.