El político/cardenal Cañizares manipula el Evangelio/Iglesia al servicio de la unidad de España

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1. El político/cardenal Antonio Cañizares provocaría la ruptura de la Iglesia en Catalunya si fuera arzobispo de Barcelona. Sus discursos son mítines partidistas, no homilías evangélicas sobre la condición humana y la vida cotidiana. Este señor manipula el Evangelio y la Iglesia al servicio de la unidad de España. Amplios sectores de la sociedad (eclesiales o no, soberanistas o no) discrepan radicalmente de la concepción política y religiosa del político/ ardenal. La actitud de Cañizares también choca con la postura del episcopado catalán.

2. La beligerancia de Cañizares vuelve a manifestarse ahora en la carta pastoral (?) titulada «Unidad: futuro y responsabilidad de todos». Habla de España, no del Evangelio. El texto es catastrofista, lejos del estilo pastoral y sereno del Papa Francisco. Jorge Bergoglio es de Argentina, acaba de visitar Ecuador, Bolivia, Paraguay, y pronto viajará a Cuba. Naciones independizadas de la España una y eterna. Estas naciones serían inmorales y pecarían contra Dios y contra España, según Cañizares, porque rompen  «la unidad, bien moral a mantener».

3. Dios y el Evangelio de Jesús, que debe ser transmitido por la Iglesia, no dicen nada de España. Cañizares quiere imponer a todos la patria y la unidad españolas. Considera moralmente malos a los que no piensan como él. Por tanto, los obispos catalanes son muy malos porque defienden siempre y de manera sistemática la legitimidad moral de todas las opciones políticas, incluida la soberanista e independentista.

4. A diferencia Cañizares, el episcopado catalán aplica los principios de la «Doctrina Social de la Iglesia». Entre estos principios figuran los siguientes: «La defensa de los derechos de las personas y de los pueblos y el respeto a las minorías como base irrenunciable de cualquier construcción política (…) En un régimen democrático, cada ciudadano debe poder manifestar las propias convicciones». Los obispos catalanes recuerdan: «Hoy se han manifestado nuevos retos y aspiraciones, que afectan a la forma política concreta como el pueblo de Catalunya debe articularse y cómo se quiere relacionar con los demás pueblos hermanos de España en el contexto europeo actual». Precisan: «Como pastores de la Iglesia, no nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta a estos nuevos retos, pero defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y los pueblos». Uno de estos pueblos es Catalunya. Los obispos recuerdan que sus predecesores redactaron «Raíces cristianas de Catalunya» (1985) que constata «la realidad nacional de Catalunya con más de mil años de historia» y piden que la doctrina del Magisterio eclesial sobre nacionalidades y minorías nacionales sea aplicado a Catalunya.

5. Cuatro datos ayudan a penetrar en la mentalidad retrógrada de Cañizares. Ha tenido muy buena relación con los ultraconservadores «Legionarios de Cristo» desde que vivía su fundador Marcial Maciel, un probado inmoral sinvergüenza. Es muy amigo de Jorge Fernández Díaz, ministro a quien le complace visitar el tenebroso Valle de los Caídos. A sus 70 años de edad, sigue despreciando la lengua de su pueblo de Utiel, Valencia. Le gusta lucir largas capas ridículas (ver la foto). Si el Papa Francisco conociera estos datos, incluida la foto, haría dimitir de inmediato a Antonio Cañizares.

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