Hay movimientos políticos y partidistas secretos respecto el relevo en la archidiócesis de Barcelona para sustituir al cardenal Lluís Martínez Sistach. El Vaticano debe tener en cuenta que las presiones a que es sometido por parte del Gobierno de Mariano Rajoy están en línea con las de José María Aznar (el hombre que mintió sobre las armas de destrucción masiva) y el militar dictador Francisco Franco. El objetivo de los tres personajes, cada uno en su tiempo, es el mismo. Quieren instrumentalizar la Iglesia católica para deshacer la cohesión interna de Catalunya.
Franco hizo todo lo posible para impedir que en Catalunya hubiera obispos catalanes. Quería romper el vínculo entre la Iglesia y Catalunya. El dictador podía imponer obispos gracias, entre otras razones, al concordato con la Santa Sede y el servilismo de buena parte de la jerarquía eclesiástica española. Pero amplios sectores de la sociedad civil y eclesial catalana se sublevaron contra el nacionalcatolicismo.
Aznar tuvo el mismo objetivo y siguió la misma estrategia que su admirado Franco. La revista quincenal «El Pregó» (que se encuentra en la librería Claret de Barcelona) reproduce una escandalosa confesión que el ex presidente español hace en sus memorias. Con estilo franquista, escribe: «Mi Gobierno insistió a la Santa Sede en el error de ceder a la presion de las diócesis catalanas para nombrar a un sustitutivo de perfil nacionalista».
Rajoy actúa igual que Franco y Aznar. El claretiano Pere Codina demuestra en su artículo en «El Pregó» que esta actuación españolista respecto al nombramiento de obispos en Catalunya es una constante a lo largo de la historia. Así han actuado desde Felipe V a Miguel Primo de Rivera.
(Article publicat a www.tribuna.cat)