Las redes sociales desenmascaran otra censura de «La Vanguardia». En este caso, el artículo censurado es del escritor Albert Sánchez Piñol sobre la propuesta del teniente general Ricardo Álvarez-Espejo de crear un museo militar en Barcelona.
Las redes descubren este episodio gracias a una mala conexión entre la edición impresa del diario y su página web. El artículo polémico está en las redes demostrándose que los periódicos tradicionales ya no controlan el hecho informativo.
La explicación del asunto dada por el director del diario del Grupo Godó, Màrius Carol, en RAC1, también de los Godó, es contraproducente para el propio director, el periódico y el grupo. Carol califica de «salvapatrias» los que están a favor de la libertad de expresión y en contra de la censura, los acusa de «romper piernas» y los amenaza cuando les advierte que «ya nos encontraremos por el camino». Alguien hizo ver a Carol la gravedad de estas declaraciones hasta el punto que las hizo retirar de la emisora. ¿Otro gesto censor? Pero es inútil. Estas declaraciones pueden ser escuchadas en los diarios digitales.
La versión de Carol no coincide con la que Sánchez Piñol da en una carta enviada a las redes sociales. ¿Quién dice la verdad? Sánchez Piñol gana la batalla de la credibilidad en un asunto que ya forma parte de la historia de «La Vanguardia». Sánchez Piñol también explica que le han dicho que su artículo se publicará el domingo, 15 de febrero, cuando todo el mundo ya lo ha leído. Concluye la carta con su ironía peculiar: «Habrá un artículo que he escrito yo, pero que habéis publicado vosotros (las redes sociales)». Un hecho inédito en la historia del periodismo mundial.
Ya hace tiempo varias webs de signos ideológicos diferentes dieron a conocer que «La Vanguardia» censuró tres posts sobre asuntos religiosos escritos por Oriol Domingo, periodista especializado en esta temática, en In saecula saeculorum. Este blog se desvinculó de «La Vanguardia» debido a este conflicto y se ha convertido en una web soberana (www.insaeculasaeculorum.cat y también www.orioldomingo.cat). Los posts censurados constan en esta web. Se titulan «Un artículo éticamente indecente de Zarzalejos», «Discrepancias catalanas con el portavoz episcopal español» y «El príncipe, el pueblo y Dios».
(Artículo publicado en www.tribuna.cat)