Zarzalejos, un español católico entre el soberanismo epiléptico y el suicidio político

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1. El periodista José Antonio Zarzalejos es un español católico. Defiende la soberanía de España. Menosprecia el soberanismo catalán democrático y pacífico calificándolo de epiléptico. Vaticina el suicidio político de los partidos soberanistas. Este estilo insultante es elogiado por determinados círculos de Madrid y Barcelona, pero choca con las palabras del Papa Francisco sobre la libertad de expresión pronunciadas en Manila.

2. La crónica «Otra convulsión epiléptica» fue escrita por Zarzalejos (15 diciembre 2013) en La Vanguardia. En la crónica «La dieta de Mas y Junqueras» (18 de enero 2015), en el mismo periódico, Zarzalejos utiliza su característico lenguaje despectivo con palabras como papelón, torpes, vodevil, sainete, esperpento, vulgar y escribe sobre las diversas formas de suicidarse en política refiriéndose a Convergència, Esquerra y Unió.

3. Zarzalejos, gracias a esta línea, recibió el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo (22 de julio 2014). El jurado destacó «el valor implícito en la opinión honesta y coherente que le ha convertido en un referente de serenidad, diálogo y de convivencia imprescindible en la turbulenta época por la que atraviesa el periodismo en nuestro país». El diario barcelonés en que escribe le dedicó un semáforo verde porque ha sido «ganador por promover la convivencia y el diálogo a través de sus artículos de opinión cada domingo en La Vanguardia».

4. Vale la pena dejar constancia de algunos datos significativos. Felipe VI entregó el galardón al periodista. El premio es concedido por la Asociación de Periodistas Europeos. Zarzalejos ha sido vocal del consejo de dirección de esta entidad. La dotación del premio es de 24.000 euros. El premio es patrocinado por el BBVA. El galardonado Zarzalejos escribió en El confidencial (21 de junio 2014) un artículo reclamando a Isidre Fainé y a La Caixa que adoptaran una postura pública contra el soberanismo. Un interrogante es si Zarzalejos planteó esta reclamación como periodista, o como soberanista español, o como católico. Quizás ignora que hay periodistas y católicos catalanes que no comulgan con sus ideas ni con su estilo.

5. ¿Y el Papa Francisco? ¿Hasta qué punto, cree el  Papa, que se puede llegar en la libertad de expresión que es un derecho humano fundamental? le preguntó un periodista francés en Manila. Francisco contestó: «Las personas no sólo tenemos la libertad y el derecho sino también la obligación de decir lo que pensamos para colaborar al bien común. Tenemos la obligación de hablar abiertamente: tener esta libertad, pero sin ofender». Y en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Francisco afirma: «Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino renunciar a la pretensión de que sean únicas y absolutas».

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