1. La España política y eclesiástica politiza el relevo del cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach (en la foto con el papa Francisco). Lo hace con discreción para conseguir su objetivo. Presiona a la Santa Sede para imponer un obispo no catalán en la archidiócesis barcelonesa. Como en tiempos del nacionalcatolicismo franquista.
2. El sacerdote y periodista Juan Rubio, quizá sin ser consciente de ello, participa en este juego. Defiende la candidatura de Juan José Omella, obispo de Logroño y Calahorra-La Calzada. Con visión eclesial española, Rubio dice de Omella que es «uno de los mejores obispos de España» y que es «el obispo con más sentido común del episcopado español». Rubio debería tener una visión más católica que españolista y buscar a la persona que sea uno de los mejores obispos de Catalunya y al obispo con más sentido común del episcopado catalán.
3. Rubio se refiere a la archidiócesis de Barcelona haciendo un análisis de la Iglesia española, no de la Iglesia catalana. Habla de los obispos Manuel Ureña, Juan del Río, Javier Martínez, Carlos Osoro, Antonio María Rouco, Santiago García-Aracil. Toda una superestructura eclesiástica donde se intercambnian episcopados en los despachos sin tener en cuenta la realidad eclesial y cívica de Barcelona y de Catalunya. Sobre este asunto no dice ni una palabra de cuál es la postura de la Conferencia Episcopal Tarraconense, de la Facultad de Teología de Catalunya, de la Fundació Joan Maragall, de Blanquerna, de los monasterios de Montserrat y Poblet, de la Unió de Religiosos de Catalunya, de los movimientos laicales de gran actividad eclesial y social, de las parroquias, de Cáritas, del Grup Sant Jordi. Tampoco dice ni una palabra de la postura de publicaciones y medios comoQüestions Vida Cristiana, Foc Nou, El Pregó, El Bon Pastor, Catalunya Cristiana, Flama, Llama, Catalunya Religió, Ràdio Estel.
4. Ponen como mérito que Omella «habla perfectamente catalán». Faltaría más, pero no lo entienden. La cuestión catalana es de gran complejidad. Incluye aspectos como el social, el económico, el histórico, el artístico, el industrial, el rural, la inmigración, el político, el institucional, el proceso soberanista, el nacional, el cultural, el religioso, el eclesial, el lingüístico.
5. Presentan a Omella como un obispo que tiene una visión equilibrada de la cuestión catalana y que ha mostrado siempre una actitud serena y dialogando con Cataluña. No es verdad. Cuando la Conferencia Episcopal Española ha planteado resoluciones sobre la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia en relación a Cataluña, Omella siempre lo votado según las directrices del nacionalismo españolista exacerbado del tándem Rouco y Cañizares, y por tanto, en contra de la postura del episcopado catalán.