1. Las razones del papa Francisco para intervenir como mediador entre Cuba y Estados Unidos avalan los argumentos de los católicos implicados en el proceso soberanista catalán.
2. Una de las claves de la intervención de Francisco se encuentra en la Evangelii gaudium (El gozo del Evangelio), exhortación apostólica que es la hoja de ruta de su pontificado. El Papa es una figura clave del catolicismo con una misión en la Iglesia, de una Iglesia que está en la sociedad. Su tarea debe mantener un difícil equilibrio cumpliendo dos condiciones. Francisco afirma: «Nadie puede exigirnos que relegamos la religión a la intimidad secreta de las personas sin ninguna influencia en la vida social y nacional». También afirma: «Ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio en la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones para los problemas contemporáneos».
3. Evangelii gaudium se remite explícitamente al Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia para explicar las relaciones entre Iglesia católica y comunidad política. El Compendio deja claro que «la autonomía recíproca de la Iglesia y de la comunidad política no comporta una separación que excluya la colaboración». También deja claro cuál es la tarea del Vaticano en el ámbito político. «El servicio diplomático de la Santa Sede, fruto de una praxis antigua y consolidada, es un instrumento que actúa no sólo por la libertas Ecclesiae, sino también para la defensa y la promoción de la dignidad humana y por un orden social basado en los valores de la justicia, de la verdad, de la libertad y del amor «.
4. La defensa de los derechos y libertades de las personas y de los pueblos es uno de los elementos que configuran la misión de la Iglesia que consiste en transmitir el mensaje liberador, solidario y salvífico de Jesús.
5. Este planteamiento de la actuación de Francisco en el asunto de Estados Unido y Cuba enlaza con las tesis sustentadas por los católicos catalanes favorables al proceso soberanista de Catalunya. El número 157 del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia es claro y transparente. Establece: «El campo de los derechos del hombre se han extendido a los derechos de los pueblos y de las naciones. Todo lo que es cierto para el hombre, también lo es para los pueblos. El Magisterio recuerda que el derecho internacional se fundamenta en el principio de igual respecto de los Estados, del derecho a la autodeterminación de cada pueblo y de la libre cooperación de cara al superior bien común de la humanidad. La paz se fundamenta no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en el respeto de los derechos de los pueblos, en particular el derecho a la independencia».
6. Este planteamiento es válido para Palestina, Israel, Estados Unidos, Cuba, España, Catalunya. Esta conclusión es legítima, coherente, razonable, respetable, respetuosa, pacificadora